Cuento • La hormiguita traviesa

La hormiguita Ayu se asomó por un pequeño agujero. Vio que el sol parecía una enorme medalla brillante.
Y, sin pensarlo dos veces, la hormiguita se escapó del hormiguero. “Aquí afuera se está muy bien”, se dijo contenta.
Caminando, llegó a un precioso jardín con muchas flores. Cortó una y se la puso de sombrero, entre sus dos antenas.
Se encontró con un árbol lleno de hojitas verdes. Y lo saludó: “¡Hola amiguito!¡Ey, hola!”
Como el árbol no le contestó, ella insistió con voz enérgica: “Amigo, estoy aquí abajo”
Ayú pensó que el árbol no podía escucharla y decidió trepar. “¡Allá voy, asi podrás oirme!”
Trepó, trepó y trepó. Tanto trepó, que la hormiga Ayú hasta arriba llegó.
“¡Hola amiguito, ya estoy arriba!” exclamó feliz la hormiga sin darse por vencida.
Pero el árbol seguía en silencio, sin decir ni hola, ni qué tal, ni como estás.. Y la pobre hormiga, ¡Buá!, se puso a llorar.
De pronto, sopló un viento que le hizo cosquillas al árbol, sacudió sus hojitas y sus ramas. La hormiguita se sujetó fuerte..
Pero, ¡Puf!, la pobre se cayó. “Estoy abajo otra vez”, se lamentó Ayú. Y aunque el golpe le dolió ni un poquito se quejó.
¿Qué pasó después? Pues, como este juego le gustó, la hormiguita traviesa volvió a trepar, a pesar del resbalón.



Un cuento para trabajar en una maratón de lectura, teniendo como apoyo las imágenes del cuento en una presentación en prezi.

Hacé click para ver el cuento ->
http://prezi.com/xnajwgedwpdv/untitled-prezi/

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